Por: Johanna N.
Un fantasma hacía las veces de ti al yo disponerme a entrar por esa puerta inaudible de tu madriguera. Dar un paso hasta allí era volcarme al olvido y perder de vista al recuerdo.
Un fantasma hacía las veces de ti al yo disponerme a entrar por esa puerta inaudible de tu madriguera. Dar un paso hasta allí era volcarme al olvido y perder de vista al recuerdo.
Las cadenas invisibles de tus palabras me ataron de un beso la voluntad y libertaron de mí toda suerte de vehemencia almibarada.
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